La narración está muy organizada, cada capítulo tiene una unidad en cuanto al tema que comprende.
Capítulo 1.- Una descripción brutal del ejército y de la jura de bandera, haciéndola parte de un sueño repetitivo que refleja la conmoción que supuso para él la mili. Aprovecha para desarrollar algunos pensamientos sobre los sueños. “uno no es responsable de lo que sueña y, a veces, de lo que escribe” (pág. 20) ¿es una comparación del proceso de escribir con el de soñar? Asimila la experiencia de la mili a la de la estancia en Virginia (aislamiento, lejanía, silencio) y las dos experiencias dan lugar al procesos de escritura. Expresiones “recuerdo adánico” “sugerencia sicalíptica” (Malicia sexual, picardía erótica (RAE)).
Capítulo 2.- La visión de la mili vista con los ojos de un niño que escucha las historias de los mayores . Todo ello contado cuando el niño ya es un adulto y describe el clima social que rodeaba a la mili en los años 60.
Capítulo 3.- La preparación para la mili. Expresión “los grandes galápagos de la jerarquía militar” (pág. 38) Llama la atención la escritura en primera persona del plural de este capítulo y del anterior, hablando en nombre de todo un colectivo de jóvenes o niños. 1979: yo no sentí ese clima asfixiante de golpe militar (¿es literatura ?) Chapeau sobre la literatura del petate. Y genial también la exhaustiva recopilación de lugares comunes sobre la mili “sabiduría jactanciosa y como usada… rancia” (pág. 44). Esto no ocurre solo sobre la mili.
Capítulo 4.- El viaje en tren. Fantástica la descripción de la cantina de la estación (pág. 50). Te hace vivirlo. Compara con los grabados más lúgubres de Gustavo Doré: los busco en internet, (francés, siglo XIX) tiene muchos grabados del infierno, condenados, almas en pena… Ilustró La Divina Comedia y otros libros. Reitera excesivamente la imagen arcaica del tren, aburre un poco. La mili representa para él miedo, regreso a la infancia, desvalimiento. Varias referencias literarias al siglo XIX: generación del 98, imágenes de las ciudades de Burgos, Vitoria, Vetusta (Oviedo para Clarín en La Regenta). Pág. 61 varias palabras en vasco. Buscarlas en internet. Los paisajes, las ciudades, el clima, todo es triste como su ánimo. Marzo 1974, DGS, comida de la cárcel (Pág. 62)
Capítulo 5.- La llegada al cuartel Los amontonaos y los empanaos. La primera noche, el aseo, las órdenes colectivas y urgentes, los uniformes, el corte de pelo. No es que vea a un desconocido en el espejo, es que un desconocido le mira a él. Me hace pensar, que la transformación que consiguen es solo externa, él sigue siendo (al menos al principio) el mismo que era.
Capítulo 6.- La formación y la instrucción. El proceso de humillación de la persona y la aceptación de esta en una obediencia ciega. Otra vez la similitud con la infancia.
Capítulo 7.- Sigue la vida en el campamente. Definitivamente, el autor se ve como un empanao, las duchas, los entrenamientos de tiro, para todo se encuentra incapacitado y todo le aterroriza. El libro más que narrar sucesos, es un describir sus sentimientos. Y sus sentimientos son siempre el mismo: el miedo, un miedo que no intenta superar y que le lleva a comportamientos indignos. Y también es un miedo irracional y desproporcionado a los propios sucesos que narra, incubado probablemente en sus años anteriores de joven de izquierdas, ya que no procede de la imagen de la mili que describe de su infancia. No solo roba sino que tampoco echa una mano a los débiles, ni siquiera es capaz de hablar con ellos para no “contaminarse”. Aquí hace una observación, respecto a un compañero al que encuentra años después, y que se había adaptado perfectamente al medio: las vicisitudes de la mili le han impactado tan poco que ni siquiera las recuerda.
Capítulo 8.- El primer domingo El soldado está tan deprimido que ni siquiera es capaz de disfrutar de la libertad del domingo y hace una descripción absolutamente triste de ellos. No solo no disfruta la estancia fuera del campamento sino que se entristece aún más pensando que se acaba. Otra vez la analogía del ejército y del colegio de curas y de los domingos en Vitoria con los domingos de su infancia. Pero es cierto, que quien no ha sentido tristeza el domingo por la tarde cuando lo que le espera al día siguiente no nos apetece nada.
Capítulo 9.- La llegada al cuartel Otra vez el mismo miedo al llegar, que se agrava con el miedo al terrorismo, pero no es el principal. Es el miedo a las novatadas (que no las sufre), a los castigos… El ambiente del cuartel, la dejadez, la inactividad y el escaqueo son el tema principal del capítulo en contraste con la actividad desmadrada del campamento.
Capítulo 10.- Las maniobras Maniobras en la montaña. Otra vez el miedo, pero ya no tan intenso, y asombrosamente llega a experimentar gusto a disparar.
Capítulo 11.- Le destinan a escribiente En la misma línea de ser un libro dedicado a expresar sus sentimientos, lo principal es la felicidad que siente por este nombramiento debido principalmente a haberse sometido tanto al régimen militar, que su máxima felicidad es lo mejor que éste pueda ofrecerle. Hay unas disquisiciones interesantes sobre la diferencia del horror que siente hacia la mili con el horror que sienten otros universitarios, que no aceptan adaptarse, mientras que él se asimila a toda la tropa. ¿quizá por eso el plural de todo el libro?
Capítulo 12.- Aprendiz de escribiente Descubre todo un mundo en el cuartel de oficinas, oficios diversos, etc. Que se le aparecen con unos métodos arcaicos, rancios, sumamente ineficaces e incluso completamente inútiles. Insiste en la soberbia de los mandos. Termina con un telegrama donde se notifica su participación en una manifestación no pacífica.
Capítulo 13 a 15.- Vida de escribiente Esta etapa es más tranquila, sale por San Sebastián al cine, lee e incluso escribe. El miedo es menos acuciante e incluso llega a considerar que el tiempo en la mili es como un respiro que le permite retrasar las decisiones de la vida real. Hay un exhaustiva descripción de lo que fue la década de los 80.
Capítulo 16.- Amistad con Pepe Rifón Pág.251 Pensamiento desmitificador de la “cultura” y su poco influjo en la vida real. Estos pensamientos surgen de su amistad con el marxista leninista Pepe Rifón ¿existió de verdad?
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