lunes, diciembre 28, 2015

El bebedor de Hans Fallada


[El autor] Hans Fallada, escritor alemán (1893-1947) tuvo una vida difícil. Con problemas de alcohol y drogas, estuvo ingresado en un psiquiátrico y en la cárcel. Tuvo diferentes trabajos y cuando tenía algo más de 40 años tuvo éxito como escritor al publicar Pequeño hombre, ¿y ahora qué?)  lo que le permitió en adelante vivir de la literatura. Fue acusado de intento de asesinato de su exmujer, pero declarado inimputable por su estado mental. Falleció a causa del abuso de calmantes y somníferos.

[El libro] Narra la historia de un ejecutivo a partir del momento en que empieza a beber y rápidamente destroza su vida acabando en la cárcel y el manicomio.

[Mi opinión] Nada más empezar el libro decidí dejarlo porque sabía que iba a pasar un mal rato con él. Sin embargo, la historia me enganchó enseguida y no pude abandonarlo, sino que lo leí casi de un tirón. Y como me esperaba lo pasé mal. La historia es sumamente realista y no ahorra detalles duros al lector, aunque tampoco se regodea en ellos, simplemente cuenta las cosas tal como suceden.

El propio narrador es el protagonista de la novela, un hombre de negocios bien situado y bien considerado en la sociedad, que a causa de su dejadez pierde un importante contrato.

Este hecho es el desencadenante que hace saltar su vida por los aires. Se diría que su verdadera personalidad se revela a partir de ese momento, empieza a beber y a manifestar los turbios sentimientos de envidia que siente respecto a su mujer, una persona equilibrada y eficiente con la que ya empezaba a tener desavenencias.

En un intervalo muy pequeño de tiempo, su dependencia del alcohol es absoluta, yo pienso (no sé si esto es posible) que era alcohólico incluso antes de empezar a beber. El personaje vive en un conflicto continuo entre la imagen que tiene de sí mismo, siempre convencido de que va a dejar de beber y volver a su vida anterior, y la realidad con la que choca del viaje sin retorno que ha emprendido.

Las escenas en la cárcel y más aún las del manicomio, que en esos años del siglo XX, eran lugares completamente deshumanizados, son de una dureza impresionante.

La novela está inspirada en la propia vida de Fallada, que fue alcohólico y pasó por cárceles y manicomios.

En resumen, una buena novela pero muy deprimente.