jueves, diciembre 29, 2011

Una tarde en el ballet

El martes fui a ver el ballet El Cascanueces en el teatro Compaq Gran Vía (el cine Gran Vía de siempre). El teatro estaba prácticamente lleno y la gente aplaudió mucho, a nosotros desde luego nos encantó. Actuaba el Ballet Imperial Ruso, la coreografía era muy bonita y alegre y los bailarines estupendos. En el ballet también salen muchos niños, algunos muy pequeños, y lo hicieron de maravilla. También en el público había muchos niños que se lo pasaron en grande. La obra es un clásico de la Navidad en muchos países.

Me desilusionó un poco que no hubiera orquesta, sino que el sonido fuera grabado. Como hacía mucho que no iba a ver un ballet no sé si eso es lo normal. Me apetecía en especial ver tocar la celesta, que es una de las particularidades de la música del Cascanueces y me tuve que contentar con tratar de identificarla por el sonido.

Echamos en falta que nos dieran el programa con el argumento de la obra, lo que nos habría venido muy bien. Yo lo había leído el día anterior en la wiki, aunque sin demasiado detenimiento, ya que pensaba leerlo en el propio teatro. Además en la wiki decían que hay varias versiones por lo que preferí esperar a ver qué versión ponían.

Después del ballet cenamos a base de tapas en la Gran Vía, casi enfrente del teatro: huevos rotos, calamares, croquetas, queso y pan con tomate. Teníamos miedo de que fuera un sitio de guiris, pero no, todo estaba muy rico y nos llegó bien para los cinco que éramos. El precio, 13 euros por cabeza, para ser en la Gran Vía tampoco es mucho.

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