lunes, febrero 08, 2010

Hambre y Pan (Knut Hamsun)

Hace poco leí en algún suplemento cultural que hablaban de Hamsun, creo que con motivo de que algún libro suyo se había traducido al español directamente del noruego, mientras que antes siempre se había traducido del francés o inglés.
Recordé que hace mucho tiempo había leído libros suyos y me habían gustado, aunque me había desecho de ellos por creer que no me volverían a interesar. Contrariamente a lo que pensé en su momento, me ha vuelto a interesar y he cogido dos libros de la biblioteca que ya he leído.
Knut Hamsun fue un escritor muy popular en su época, llegando a ganar el Nóbel, que después le fue arrebatado por sus escritos simpatizando con el régimen nazi. No obstante en tiempos más recientes se le ha vuelto a dar la fama que merece por su calidad literaria, llegando a ser considerado el creador de la novela moderna y precursor de Kafka.
Hambre narra las vivencias de un escritor hambriento a causa de la pobreza en la que vive. Está narrado en primera persona por el propio escritor, que nos describe su sufrimiento y los esfuerzos que hace para salir de su situación manteniendo su dignidad. El desequilibrio del protagonista, que le lleva a tener una visión distorsionada de los demás, le dificulta aún más salir de su situación, que se va degradando a lo largo del libro cada vez más.
Me llama la atención como, en su extrema pobreza, es capaz de dar lo poco que consigue a otros menos pobres que él. Me recuerda a los hidalgos castellanos que se echaban migas en la barba para simular que habían comido aunque estuvieran muertos de hambre. También me ha impactado la emoción que le produce cualquier cosa, una palabra amable, un objeto, que le pueden hacer llorar de alegría y devolverle la felicidad durante un tiempo.
La lectura del libro produce un gran desasosiego, tan bien reflejada está la tortura física y mental que sufre el protagonista.
Pan, menos impactante que Hambre, describe la historia de un militar que se va a vivir a una cabaña. De sicología complicada, como el protagonista de Hambre, es también de una sensibilidad extraordinaria sintiendo las emociones de la naturaleza de una forma extraordinaria. En la sociedad, sin embargo, tiene un comportamiento inhabitual, casi de inadaptado, que le hace perder a la chica de la que se enamora.
Me impresionó una escena en que ella le pide que le regale a su perro Esopo, al que el protagonista tiene un gran cariño, y él, que ya no cree en ella, mata al perro y le envía su cadáver.

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