jueves, enero 21, 2010

Leviatán de Paul Auster


Mi primer comentario no es del libro ni del autor, sino más bien de mí misma y de la situación en la que lo he leído. Yo acostumbro a leer rápido, queriendo enterarme enseguida de lo que pasa en el libro, con una especie de ansia de seguir el argumento. Esto hace que a veces incluso me salte párrafos que me parecen irrelevantes o descripciones que me resultan aburridas.

Leviatán lo empecé según mi costumbre, aunque pensando que tenía que fijarme en lo que me llamara la atención para así poderlo comentar en la reunión del jueves. Así leí las 30 primeras páginas, cuando pensé que si quería poder hacer comentarios, necesitaba ir apuntando todo aquello que me llamara la atención.

Por tanto, empecé de nuevo el libro armada de un cuaderno y un boli en el que he ido apuntando la serie de notas que van a continuación. Como ocurre que nunca he pertenecido a un Club de Lectura ni similar no tengo ni idea del tipo de cosas que se comentan, probablemente mis comentarios sean muy diferentes de lo que se espera de un Club de Lectura, pero espero en el futuro ir aproximándome más a como debe ser.

Aparte de mis opiniones también he ido anotando todo aquello de lo que quería obtener más información con el fin de buscarlo después en internet.

El libro trata de “el viaje de un extremo a otro de sí mismo” de Ben Sachs un escritor amigo del narrador Peter Aaron que también es escritor.

Capítulo 1 . El principio del libro, la información de que un hombre del que se desconoce su nombre ha resultado hecho pedazos por una bomba y sólo el escritor de la historia sabe quien es, engancha inmediatamente, ya que suscita la intriga por el suceso y por los dos personajes, el que escribe y el muerto.

En este capítulo nos presenta a Ben Sachs, el muerto, y la forma en que se conocen él y Peter Aaron, el narrador y coprotagonista. Ben es un hombre encantador, habla con todo el mundo, es amable, intenta sacar lo mejor de los demás, dando por sentado su bondad. Por otro lado, es una persona muy compleja y poco convencional, podríamos decir que va por libre. Sólo ha escrito una novela en su vida, que le dio mucho prestigio y no tiene intención de escribir ninguna otra. En su infancia ha tenido un episodio relacionado con la Estatua de la Libertad que le ha dejado marcado y en su juventud ha estado en la cárcel.

Me encanta la conversación del momento en que se conocen con la cuenta del número de personas que se han atrevido a desafiar la nieve en Nueva York (2, 3, 1, 0).

Capítulo 2. En él conocemos mejor a Peter Aaron, su primer matrimonio con Delia, su fracaso, el tiempo de soledad buscando tantas mujeres, su enamoramiento de Fanny con la que llega a tener un romance, y finalmente el enamoramiento de Irish, su segunda esposa.

También conocemos su recorrido profesional, las penurias económicas y el momento en que empieza a poder vivir de la escritura. A pesar de esto, su personalidad se me queda más desdibujada que la de Ben, que en este capítulo muestra nuevas facetas de su carácter.

Así, al hombre puro, feliz, idealista del primer capítulo, le aparece una grieta al descubrirse que su vida de pareja no es tan perfecta como parece. Según la versión de Fanny, Ben le engaña con otras mujeres, según la de Ben lo que ocurre es que Fanny es una celosa compulsiva que solo se calma cuando Ben, aunque no sea cierto, admite que le engaña.

Me llama la atención la imaginación desbordante de Auster, con cada personaje podría hacer una novela, tantas son las ideas que se le ocurren. En este capítulo resaltan dos: María Turner, inspirada en el personaje real Sophie Calle, con sus disparatados proyectos y Liliana, una mujer que vive de la prostitución sin apenas despeinarse.

Capítulo 3. Comienza la transformación de Ben, una caída accidental desde un cuarto piso sin consecuencias físicas, desencadena una crisis existencial que le lleva al divorcio, a dejar sus medios de vida (la escritura) y a una vida errante que ignoramos de momento a que le va a llevar.

A partir de ahí, la historia se hace menos creíble, se vuelve manipulador (deja a su esposa consiguiendo que sea ella la que le deje a él), se retira a escribir una novela y una serie de hechos fortuitos le llevan a dedicar su vida a un terrorismo incruento (volar estatuas de la libertad) hasta que al final se vuela a sí mismo, identificado como una estatua más.

La estatua de la libertad juega un papel simbólico muy importante en todo el libro ¿la altura da la libertad? ¿el peligro que decía su madre?. Sus ideas anarquistoides a la vez que su americanismo son los causantes finales de su muerte.

Comentario final. La novela tiene muchos rasgos autobiográficos y esto nos lo indica el escritor de distintas formas. El oficio de los dos protagonistas es el de escritor, el nombre de Paul Auster es muy parecido a Peter Aaron y las iniciales las mismas. La identificación también con Ben se plantea claramente cuando en la parte final del libro Ben suplanta la personalidad de Aaron, haciéndose pasar por él.

Todo el libro está lleno de pensamientos acerca de los libros, los escritores, los lectores e incluso el proceso de la escritura. Para ello se basa en que la forma de escribir de los dos amigos es muy distinta. Me hace pensar con cual se identifica Auster si con Aaron del que dice que es un escritor lento, que siente como si hubiera un muro entre las palabras y él o con Ben Sachs que parece que tiene a su disposición todas las ideas y palabras del mundo.

La identificación de los dos escritores es una constante en todo el libro, comparten muchos aspectos, además de la profesión, la afición al béisbol, el amor a la misma mujer… y se diferencian en otros: la forma de escribir, la adaptación al medio… que pueden representar las dos caras de la misma moneda, la ambigüedad en que siempre nos movemos y en la que se debate probablemente Peter Auster .

sábado, enero 16, 2010

Club de Lectura


En octubre pasado empecé a participar en un Club de Lectura, nunca había estado en ninguno. Somos unas quince personas y el profesor, un joven experto en literatura. Al grupo pertenece gente muy distinta y solo nos une la afición a leer. Nos reunimos cada dos semanas los miércoles, el profesor nos entrega un libro, el mismo a todos, y en la reunión siguiente lo comentamos entre todos discutiendo nuestras opiniones. El profesor aporta la visión erudita del libro y del autor, nos hace ver las técnicas que emplea, los rasgos característicos del autor que se repiten en otros libros, las influencias, e incluso simbolismos o significados que no hemos captado.

Las reuniones son amenas y las dos horas que duran se pasan volando. Hasta ahora habremos leído cuatro o cinco libros, todos de narrativa actual.

Para preparar las reuniones he ido escribiendo mis opiniones a la vez que los leía, y como me ha gustado hacerlo, incluso las he escrito de libros que no son del Club. Ya que las tengo escritas creo que voy a ir poniéndolas poco a poco en el blog.